“Nunca es demasiado tarde para empezar a invertir”. Esta es una frase que siempre usan los planificadores financieros para animar a sus clientes que tienen dudas sobre buscar la rentabilidad de sus ahorros a través de una cartera de inversión, y aunque uno de los principales problemas para muchos es “no tener suficiente dinero para tener una cartera de inversión”, si es posible iniciar una sin tener que correr muchos riesgos. Eso sí, hay que familiarizarse con el sistema y tener claras las metas.
Tener asesoramiento financiero
Al querer iniciar por primera vez en el mundo de las inversiones, lo más recomendable siempre es contratar a un experto que pueda ayudar con el análisis previo, y que sirva cómo una guía para evitar grandes pérdidas monetarias. De hecho, con este método es más fácil encontrar la cartera de inversión que mejor se adecue a los intereses de la persona.
Definir los objetivos
Si bien, no hay que ser millonario para armar una cartera de inversión, cómo muchos creen, si hay que ser realista con la situación financiera actual y el importe disponible para ahorrar y destinar créditos a construir la cartera desde 0, en un porcentaje que no comprometa la economía personal. Dicha cifra, podría ser del 30% de dinero que sea capaz de ahorrar a final de mes. Así mismo, la persona interesada debe entender cuál es su perfil inversor para saber cómo respondería ante pérdidas inesperadas, y definir objetivos con la inversión.
Establecer un plan periódico
Crear un plan de ahorro periódico a través del cual se van destinando de pequeños importes de manera, mensual o trimestral, dependiendo las necesidades de la persona, le dará una mayor estabilidad a la inversión con un precio medio ponderado de entrada que está menos afectado por la volatilidad que puede llegar a tener el mercado en ocasiones. Por lo cual, es necesario tener confianza en plan y no desesperarse al momento de adquirir menos participaciones por el aumento del precio del mercado.
Medir los hábitos individuales y automatizar las inversiones
Antes de invertir los ahorros, es importante evaluar los hábitos que tiene la persona, analizando los gastos fijos, los gastos variables y el ahorro, ordenándose para que la suma de los dos primeros apartados de un 80% del sueldo, mientras el ahorro destine un 20 o, mínimo, 15% del total, así los ahorros no afectarán tanto su estilo de vida actual. Una manera de iniciarse en el ahorro vinculado es haciendo gastos mediante fondos de inversión, los cuales permiten que el dinero dado sea gestionado por profesionales, según las políticas de la entidad.
Marcar un horizonte de inversión y riesgos
A fin de cuentas, una cartera de inversión siempre debe tener claro en que se va a gastar el dinero acumulado. Por lo cual, es necesario preservar la capital antes que hallar un objetivo de rentabilidad anual que sea igual a la inflación más un 2%. Así mismo, hay que tener claro desde el principio cuánto tiempo se puede estar sin necesitar el dinero que se está invirtiendo hasta que se genere la rentabilidad que se está buscando.